My heart, your heart.

A continuación les compartimos una historia que creamos en honor a un amor incondicional y a esta cápsula especial:

Una madre llevaba consigo un corazón dividido en muchos pedazos, uno para cada uno de sus hijos. Cada fragmento representaba un vínculo único y especial con cada uno de ellos. Cuando sus hijos se dispersaron por el mundo persiguiendo sus sueños, cada pedazo del corazón de la madre viajó con ellos, latiendo al ritmo de sus alegrías y preocupaciones. Aunque separados por la distancia, el amor de la madre los mantenía unidos, formando un vínculo indestructible que atravesaba cualquier obstáculo. Y así, a pesar de los desafíos y las dificultades, el corazón de la madre seguía siendo el refugio donde cada hijo encontraba consuelo y apoyo incondicional.